jueves, 29 de agosto de 2013
AGUJEROS NEGROS DEL ATLÁNTICO
AGUJEROS NEGROS DEL ATLÁNTICO ATRAPAN CUALQUIER COSA INCLUSO LA LUZ
Científicos europeos y americanos analizaron las turbulentas aguas del Atlántico y descubrieron agujeros que se comportan en manera similar a los agujeros negros del espacio y pueden atrapar cualquier tipo de basura.
En el borde del remolino se forma una amplia cintura de sustancia luminosa que se asemeja a los protones, demostraron George Haller del Instituto Federal Suizo de Tecnología di Zurigo, y Francisco Beron-Vera, de la Universidad de Miami en Florida, según la revista del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
“Este resultado podría tener una implicación interesante para nuestra comprensión del modo en que las corrientes oceánicas transportan material, de momento que todo o que entra en estos agujeros negros no pude salir”, explica el estudio de los investigadores.
Estos potenciales agujeros negros de los océanos fueron previamente documentados entre noviembre de 2006 y febrero de 2007.
Beron explicó que el agujero estudiado en el Atlántico es similar al de los fluidos, los cuales se explican utilizando los mismos principios matemáticos que a su vez describen los fenómenos de los agujeros negros. En estos casos la gravedad es tan intensa como para impedir que cualquier substancia escape, incluyendo la luz.
Haller y Beron investigaron estos agujeros usando imágenes de satélite del Océano Índico y el Atlántico, en particular en la zona llamada Aguhlas. Observaron cinturas fotónicas luminosas similares en varios remolinos del Atlántico.
"En este período de tres meses se encontraron ocho candidatos, dos de los cuales resultaron ser análogos a los agujeros negros que contienen esferas de fotones. Hemos encontrado cinturones materiales excepcionalmente coherente en el Atlántico Sur", concluyeron en su estudio.
En los agujeros “al finalizar su flujo hacia el Sur, la corriente gira por sí mismo creando vórtices ocasionales en el Atlántico meridional”, señalaron.
En la historia, Edgar Allan Poe describió un torbellino en su cuento "Un descenso en un Maelstrom", que publicó en 1841:
"El borde del remolino estaba representado por un ancho cinturón de aerosol brillantel, pero ninguna de las partículas de este se metió en la boca del embudo...", describe la revista de MIT.
En los últimos años, los físicos crearon capas de invisibilidad al doblegar la dirección de la luz alrededor de los objetos utilizando metamateriales. "Los agujeros negros dirigen la luz de la misma manera, doblando el espacio-tiempo", señala el informe.
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